sábado, 9 de marzo de 2019

Si no viniste a tomar y a comer ¿ A que viniste?

A sentir placeres mucho más grandes y duraderos, cómo por ejemplo el ORGULLO;
 que a diferencia de los de origen material no me producen daño, ni culpa.

A sentir el enorme placer del orgullo,de sentirme DUEÑO de mi cuerpo.
 Mi YO (espiritual) encarna en un ser material con instintos y apetitos similares a los de los animales.
 Solamente con actos humanos ordenados por mi YO espiritual, evoluciono. Me vuelvo humano. Me supero venciendo al animal, el miedo, el deseo, la fatiga, el egoismo, etc.



A desarrollar una  percepción de la realidad COMPLETA que me permita disfrutar mucho más y por más tiempo.
Dicho conocimiento puede alcanzarse por la meditación reflexiva, como acto de la voluntad, sin dogmatismos

La realidad COMPLETA, en la constitución del ser humano abarca:
1- Un cuerpo FÍSICO, que comprende todo aquello que percibimos con nuestros sentidos físicos.
2- Un alma donde se alojan todos nuestros deseos o rechazos (en cualquier grado y de cualquier origen: espiritual o material)
3- Un ESPÍRITU que constituye la esencia de nuestro YO

Al ALMA, llegan desde el cuerpo los requerimientos materiales (instintos y apetitos de todo tipo), deseos que se basan en la ausencia de lo deseado. El placer estaría dado por dicha satisfacción, hasta que el deseo aparezca nuevamente.
 También puede ser que dicha satisfacción material en exceso produzca malestar material. O culpa (malestar espiritual), si para dicha satisfacción hubiera necesitado perjudicar  a otro
 Los deseos espirituales tienen como origen, no una necesidad de  consumo sino, por el  contrario, un sacrificio material que produce ORGULLO;  satisfacción esta, de orden espiritual, que permanece en el tiempo.
  

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